Nuestra amiga Beatriz nos envía estas bonitas fotos de su pueblo, que es Malpartida de Plasencia, en la provincia de Cáceres, y a su vez nos comenta cada foto y en otras nos hace alguna pregunta que intentaremos contestar.
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Sobre esta fotografía nos comenta que es curioso que haya dos encinas tan juntas y que éstas sean tan diferentes. Las dos están separadas por un riachuelo que normalmente está seco.
Pues bien, en el crecimiento de una encina depende de muchos factores: de la cantidad de agua disponible, la geología de la zona y el tipo de suelo sobre el que se encuentre, las podas a las que se ha visto sometida, las plagas o enfermedades que le pudieran afectar...
Por lo general las encinas de una zona suelen ser parecidas porque los factores nombrados anteriormente se mantienen de manera homogénea, pero en este caso la diferencia es considerable. Podría deberse a las podas, a alguna enfermedad o incluso a que su edad es diferente.
Esta es la fotografía favorita de Beatriz, con este bello ejemplar de encina en el medio de una tierra de cultivo que está creciendo.
En este caso nos comenta que una encina no tiene porqué tener un porte "de libro" para ser bonita. Concretamente el extraño porte que presenta hace que sea un ejemplar raro y curioso.
Por último, nos manda esta fotografía de una encina al lado de una charca y nos indica que no cree que le falte el agua.
Y es que, aunque la encina es el árbol típico del bosque mediterráneo, un aporte extra de agua durante el verano no le viene nada mal.
El bosque mediterráneo se caracteriza por presentar un clima mediterráneo, que es aquel que presenta, entre otras cosas, unos veranos secos, con escasas precipitaciones durante toda la estación estival, por eso la encina está adaptada a vivir con pocas precipitaciones y a soportar largos periodos de sequía.
Agradecemos a Beatriz su aportación y seguimos animando a nuestros lectores a que nos manden sus fotografías.
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