Ponte un sombrero de paja.
Siéntate a la sombra de una encina.
Cuelga el barril en sus ramas… y sueña….
Respira con el aire puro, la paz del momento
y siente el aroma del tomillo y el romero.
Escucha el arrullo de las tórtolas… y sueña….
Sigue y sigue soñando, y cuando despiertes, abrázate a su tronco
y come una dulce bellota.
¡Anda. Comprueba que aún existe la encina!
Y, asegúrate que no sigues dormido y confundido en tus sueños!
Bienvenidos al blog de ADEn (Asociación para la Defensa del Encinar)